El erotismo blanco de "50 sombras de Grey"

Christian Grey posee todo el capital erótico descrito por Hakim (2011): juventud, belleza física, atractivo sexual (sex-appeal), vitalidad social, encanto, don de gentes, el saber vestirse bien y la competencia. En otras palabras, el mundo occidental a sus pies. De tal forma que no es de extrañar que el joven Grey disponga de un séquito de mujeres a su servicio (las cuales, por cierto, son extremadamente atractivas). 

El clásico lobo disfrazado de cordero. Anastasia Steel, la Caperucita Roja del cuento, cae de forma inmediata en su juego de seducción y deseo. Lo supuse desde el momento en el que leí la sinopsis de Netflix: “un atractivo multimillonario y una universitaria ingenua se entrelazan en una intensa relación en la que explorarán los límites del erotismo”. ¿Será posible explorar los límites del erotismo desde la ingenuidad? Porque entre ser un “atractivo multimillonario” y una “universitaria ingenua” hay cientos de mundos de diferencia que se reflejan en inequidades durante el ejercicio del poder.

El pastel es representado por la torre de negocios “Grey” (el falo, símbolo de su poderío económico) y su cereza es el BDSM. Christian Grey asume un rol dominante con poca capacidad de negociación, sin establecer límites claros para él y su contraparte sumisa, anteponiendo en todo momento el deseo de satisfacer su propio placer. Esto alimenta la idea equivocada de que las y los partidarios de estas prácticas sexuales pretendan ignorar o justificar la violencia, el abuso y, en particular, la desvalorización de la mujer.

BDSM (comúnmente conocido como sadomasoquismo) son las siglas que engloban todas las expresiones de comportamiento de la sexualidad en las que se incluya un intercambio erótico y consensuado del poder, que puede o no involucrar el generar o sentir dolor, e incluso el coito no representa la consecuencia inmediata de su práctica. Cada letra significa:

Bondage (B). Comprende todas las prácticas que implican la inmovilización del cuerpo, ya sea por medio de cuerdas, vendas, cadenas, etcétera.

Dominación/disciplina (D). Enmarca todas las prácticas en las que la persona toma el rol dominante en la relación, tanto para dar instrucción, guía o castigo con la intención de modificar la conducta de la parte sometida en el “juego”.

Sumisión/sadismo (S). Abarca todas las prácticas en las que la persona toma la decisión de someterse a la voluntad de otra. También, las que se disfrutan provocando sensaciones dolorosas.

Masoquismo (M). Engloba todas las prácticas en las que la persona goza que se le provoquen sensaciones dolorosas.

Las prácticas del BDSM se diferencian del abuso por tres principios básicos: son seguras, sensatas y consensuadas. Ninguno de estos principios es abordado con detenimiento en el contrato de Christian Grey (quien además lo elabora sin la participación de la otra persona que pretende involucrar en el “juego”), lo que enmarca una relación unilateral al no fomentar el desarrollo de acuerdos que beneficien a ambas partes. Los contratos BDSM sólo sirven como símbolo para reforzar la relación o como simple testigo de su momento, y no tienen validez legal puesto que la libertad es un derecho humano irrenunciable. 

En el BDSM no existe una verdad absoluta, en el entendido de que nadie tiene una ciencia exacta para vivir la sexualidad del prójimo. Sin embargo, estas prácticas resultan no ser tan ajenas a cada persona, ya que en algún momento determinado hemos ejercido el intercambio erótico del poder durante el acto sexual, consciente o inconscientemente.

“50 sombras de Grey” fomenta estereotipos de género negativos ligados a un romanticismo que “todo lo puede”, reduciendo los mundos del BDSM a un ejercicio vertical del poder erótico. Pretender que el erotismo blanco (heterosexual y capitalista) es el único tipo de experiencia sexual reconocible, e incluso aspiracional, invisibiliza la escala innumerable de grises que representan otras formas de vivirse en el placer y el cuidado… Porque siempre está la posibilidad de construirse más allá de las sombras.



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